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Simplemente modestas poesías de Osvaldo Rosembach sin aspiraciones de trascendencia.
Santa Teresa - La Pampa

lunes, febrero 21, 2011

El dolor


El dolor

de las carnes

abiertas por el acero

el dolor

del tigre

alcanzado por la lanza

el dolor

del lobo

ante la bala de plata

el dolor

del esclavo

de espaldas al silbido del látigo

el dolor

del condenado

rumbo cámara letal

el dolor

del suelo

que recibe las vísceras .

Todos los dolores resumidos

son menguados

por este dolor

que alcanza el paroxismo

y confirma

y esperanza.

Carito


A Carolina, mi otra luz.

Tiene contados los besos

y los administra muy bien

por eso da pocos.

En cambio

a sus abrazos

los regala.

Sabemos

que la poesía

nos salvará

en este desierto

de odio

y nos inundamos de ternura

verso a verso

y nos inmunizamos.

viernes, febrero 18, 2011

Brillo


Brillo en el blanco

letal

de esa nariz.

Brillo en tus ojos

rescatado

te obliga a mentir.

Brillo metálico

lujoso

iluminan en la caricia.

Brillo en la llovizna

leve

anuncian la tempestad.

Brillo en la daga

filosa

perpetuo en la cicatriz.

Brillo en el cristal

frágil

de la alegría efímera.

Brillo en el platino

snob

de tu pelo de hoy.

Brillo en las lágrimas

sinceras

rocían mi regreso.

Brillo en el roció

breve

que delata tu rastro.

Brillo en la moneda

poderosa

en el gruñido del hambre .

Brillo de esmeralda

desnuda

bellamente me destruye.

Brillo de tus uñas

dulces

clavadas en mi espalda.

El poder de la palabra


El poder de la palabra

escrita

está demostrado en

los códices

custodiados por

oscuros monjes

en la Vulgata

en el esfuerzo posterior

de Gutenberg

en Lutero

en las condenas de

la Inquisición homicida.

En el fuego de Alejandría.

En innumerables dictaduras

censoras y quemadoras de libros

en Marx

en la locura criminal de Hitler

y en tantos otros

que perviven

a través de sus signos.

Y en ese poema

que desestabiliza tu pulso

y empaña tus ojos.

El tiempo


El tiempo

de su paso deja como

prueba el fétido pasado

y el progreso de la muerte

como alerta del futuro y

el instante incapturable

como evidencia del presente.

Incorruptible / el tiempo

nos marca la piel

con la decrepitud que crece

y el desgaste progresivo

de nuestros sentidos.

Existe un territorio

en el cual no tiene injerencia

donde se lo quiebra y se lo vence.

El de los sueños.